La falta de accesibilidad en el transporte público genera una pérdida de oportunidades para las personas con movilidad reducida, estamos trabajando en varias líneas de trenes por la inaccesibilidad que ostentan, que no solamente se da en las estaciones, sino también en las unidades de los trenes que no poseen lugares reservados para usuarios de sillas de ruedas, hay falta de señalética y la falta de baños adaptados. El caso más controversial lo tenemos con la línea Urquiza, puntualmente la Estación Jorge Newbery que hace más de 20 años estamos reclamando sin tener todavía una respuesta favorable por parte de Metrovias.