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DESPERTAR LA EMPATÍA CON EL OTRO PARA LOGRAR UNA TRANSFORMACIÓN SOCIAL.

“Para muestra basta un botón”, dice una clásica frase de la abuela. Y esta vez, como tantas otras veces, lamentablemente, parece ser cierto. Una enorme estructura de hierro -prevé la  colocación de un escenario- se erige delante de la sucursal de la cadena de comidas rápidas Mostaza, ubicada sobre la calle Olga Cossettini al 800, en el barrio porteño de Puerto Madero. Los dos escalones, que dan a la entrada del local, permanecen liberados. Por ende, permiten el normal ingreso y egreso de los consumidores que caminan sin dificultad. Sin embargo, al parecer, ninguno de los responsables de montar ese escenario se detuvo, ni por un instante, a observar que la obra tapaba la rampa de acceso para personas con movilidad reducida. Es esa acción la que constituye, apenas, una muestra de la falta de respeto y de consideración que, como sociedad, tenemos hacia el otro.


Allí cerca – a cuatro kilómetros de distancia, aproximadamente-, en el hall central de la Estación Retiro Ferrocarril Mitre, una vez más, como todos los meses, el equipo de voluntarios de Acceso Ya realizó una nueva edición de “Ponete en mi lugar”. Una campaña de concientización ciudadana que tiene como principal objetivo, justamente, despertar la empatía respecto a las dificultades a las que deben exponerse a diario las personas con movilidad reducida en una ciudad como Buenos Aires: repleta de barreras arquitectónicas, urbanas y en el transporte, que les impiden circular libremente de manera autónoma, cómoda y segura.


“Visibilizar la problemática es muy importante porque es lo que nos va a permitir generar una transformación vinculada a la eliminación de las barreras sociales, culturales y arquitectónicas”, expresó Cesar Buero, uno de los voluntarios que participó de la actividad y que trabaja en la elaboración de alianzas estratégicas para cumplir y mejorar, en la medida de lo posible, los principios establecidos en la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.


Marta Doermer, otra de las asistentes a la sexta edición de esta campaña mensual, explicó que “las condiciones de accesibilidad no son necesarias únicamente para una persona con discapacidad motriz, sino también para las personas mayores, las mujeres embarazadas, las mamás y papás con cochecitos de bebés o los lesionados temporales”. Marta está operada de ambas rodillas y cuenta que “aunque tardo 20’ minutos y me fatigo, puedo subir las escaleras. Sin embargo, cuando me veo obligada a hacerlo porque una estación de subtes no tiene ascensores o si los tiene están fuera de servicio, inmediatamente, dejo asentado un reclamo en el libro de quejas”.


Para sumarte a nuestra campaña ‘Ponete en mi lugar’ y cooperar en la construcción de una ciudad sin barreras, contactate a: voluntarios@accesoya.org.ar