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TU ESCALINATA ME CONDENA.

Un imponente mirador hacia el barrio más moderno de la Ciudad de Buenos Aires. Una innovadora conexión entre el Bajo porteño y Puerto Madero. 47 escalones y un ancho de 50 metros. Una gigantesca obra que, una vez más, como tantas otras, al momento de su inauguración, no tuvo en cuenta a los ciudadanos con movilidad reducida.


Se trata de una escalinata-puente, una estructura de hormigón armado que pasa sobre el Paseo del Bajo (conecta las autopistas Illia y Buenos Aires-La Plata con carriles exclusivos para la circulación de tránsito pesado y con accesos directos a las inmediaciones del Puerto de Buenos Aires y a la Terminal de Ómnibus, ubicada en el barrio de Retiro) y une Plaza de Mayo con la Reserva Ecológica. Siempre que puedas atravesar los 6,5 metros, casi en línea recta, a pie y sin dificultades de movilidad.


Pese a que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (G.C.B.A.) le informó al diario Perfil que la mega construcción contaría con bajadas y pasamanos de acero inoxidable para facilitar el ascenso y descenso de personas con movilidad reducida (Fuente: https://www.perfil.com/noticias/sociedad/una-escalinata-unira-casa-rosada-con-puerto-madero-y-transformara-el-bajo-porteno.phtml), tras su apertura el pasado lunes, Acceso Ya constató que, al menos por ahora, a Puerto Madero se llega únicamente por escaleras. No obstante, según el personal a cargo, está prevista la colocación de un ascensor que posibilite el acceso de personas usuarias de silla de ruedas, carritos de bebé y bicicletas. Suena lógico pero, hoy por hoy, es solo una predicción sin una fecha concreta de cumplimiento. El haber inaugurado dicha estructura sin sus correspondientes condiciones de accesibilidad reafirmó, una vez más, el absoluto desinterés del G.C.B.A. por favorecer la participación activa del colectivo de personas con movilidad reducida en la ciudad.


Lamentablemente, situaciones como estas no hacen más que reforzar la total desconsideración y destrato a los que las personas con movilidad reducida nos enfrentamos a diario en una sociedad a la que le cuesta horrores hacerse eco de las realidades que les resultan ajenas a sus vivencias. Como sociedad aún no logramos -si quiera teniendo a una funcionaria pública usuaria de silla de ruedas en uno de los más altos cargos del Poder Ejecutivo Nacional (P.E.N.)- tener plena conciencia de la problemática que implica la falta de accesibilidad edilicia, tanto en los ámbitos públicos como privados. Así, en el caso de este mirador, mientras algunas personas destacan la belleza arquitectónica de su estructura, otras personas advertimos que no es un paseo apto para todos. Sabemos que una escalinata nos excluye. Nos condena a ser meros observadores pasivos de un espacio que, al parecer, no nos pertenece.


Además, como repetimos siempre desde Acceso Ya, no se trata únicamente de contar con una rampa de acceso o una plataforma elevadora sino que las mismas deben ser funcionales. Sino, como ocurre con los dos tramos de rampas construidos sobre la Avenida Ingeniero Huergo, a ambos lados, se convierten en peligrosas e inaccesibles. Por no haber sido realizadas con un material antideslizante, por solo mencionar un ejemplo de los distintos factores que influyen en una adecuada construcción.


Mientras esperamos la colocación del ascensor que nos permita a las personas con movilidad reducida ir desde la Avenida de la Rábida -detrás de la Casa Rosada- hasta Puerto Madero, los miembros de Acceso Ya repudiamos la inauguración de esta escalinata-puente y los invitamos a aunar fuerzas en pos de obtener una ciudad sin Barreras. La accesibilidad es un derecho de todos, hagámoslo valer.


Denunciá lugares inaccesibles a través de https://accesoya.org.ar/que-podes-hacer-vos/denuncia-lugares-inaccesibles.html


Otro paseo no apto para todos


Parece una broma de mal gusto, pero es una una triste realidad. El G.C.B.A. inauguró el mirador del Obelisco, unas gradas panorámicas sobre Diagonal Norte, destinadas a que los transeúntes de la zona puedan tomarse fotos o simplemente sentarse a descansar. Similar a la obra que existe en Times Square, en la ciudad de Nueva York, la escalera -ubicada entre las calles Cerrito y Libertad- también excluye al colectivo de personas con movilidad reducida porque no cuenta con una plataforma elevadora que les permita acceder a los 8 metros de altura que posee la estructura y disfrutar del mirador.