“Las condiciones de accesibilidad de una universidad son determinantes para que una persona con movilidad reducida pueda elegir en dónde estudiar. Por eso, gracias a la desinteresada e incansable labor de nuestros voluntarios, pusimos el ojo en la existencia o no de ella y los datos recabados nos permitirán realizar acciones concretas para que todas las personas tengan iguales oportunidades de cursar una carrera de grado sin limitaciones de barreras arquitectónicas y urbanas”. Las palabras de Juan José Santillán, coordinador del equipo de Voluntarios de Acceso Ya, representan la premisa de la nueva campaña lanzada por la Organización No Gubernamental (ONG): Universidades Accesibles.
La ausencia de condiciones básicas de accesibilidad en las instituciones educativas- rampas, baño adaptado y ascensores que garanticen el ingreso, permanencia y desplazamiento de las personas con dificultades motrices dentro del establecimiento- constituye una de las más aberrantes e inadmisibles vulneraciones a los Derechos Humanos. Porque priva a un importante sector de la población del libre acceso a la educación en todos sus niveles. Por eso, Acceso Ya tomó la posta y está acción se suma a la campaña Escuelas Accesibles que la organización lleva a cabo con el propósito de que todos los ámbitos académicos, tanto públicos como privados, sean accesibles para todos. Hasta el momento, tras haber obtenido una doble sentencia a favor en una acción de amparo contra el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA)- en 2006- la ONG logró que 600 escuelas públicas porteñas cuentan con accesibilidad básica y de ellas 299 tengan accesibilidad integral.
Al referirse a la importancia de esta campaña, Nicolás del Hoyo, abogado de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y voluntario de Acceso Ya desde 2014, explicó que “de acuerdo a la Ley de Protección Integral de las Personas con Discapacidad y a la Convención Internacional por los Derechos de las Personas con Discapacidad- con rango constitucional en la República Argentina-, tanto la accesibilidad interna de la facultad o universidad, como la externa que está en relación a las inmediaciones de la misma, es imprescindible para cumplir con la igualdad de derechos y la autonomía de todas las personas”.
Sabemos que la imposibilidad de acceder y circular por sus propios medios dentro de cualquier establecimiento académico produce efectos negativos de distinta índole a lo largo del desarrollo personal de una persona. No es la misma subjetividad la de un niño, un adolescente o un joven-adulto que desea capacitarse de manera formal o informal, a través del estudio de una carrera terciaria/universitaria o a través del aprendizaje de un oficio. Por eso, más allá de la necesidad de que este tema se instale de manera real, concreta y definitiva en la agenda pública, buscamos despertar la conciencia de los ciudadanos a través del diálogo, la tolerancia y el intercambio de ideas.
¡Vos también podes ser parte! Si sos alumno, egresado o simplemente sabes de facultades y/o universidades cuyas sedes son inaccesibles para personas con movilidad reducida, contactate a legales@accesoya.org.ar o a voluntarios@accesoya.or.ar